Una mirada inocente de un niño que se negaba a verte, porque tu tan mujer intimidabas a este tan inquieto ser. Imaginar tu cara me había pensar que era lo que podía pasar? Tu tan perfecta figura inundaba mi tan profundo ojos azules en un mar de fantasía. La vida fue pasando y nosotros nos fuimos acercando. Tu vida tan atareada y a la vez tan sola, yo tan joven y viviendo la vida tan acelerada. Una noche la tan curiosa luna, nos hizo encontrarnos para perdernos en esa claridad de una noche tan llena. Tocaste mi cuerpo como si conocieras cada cm y yo me bañe en el tuyo como si tus aguas fueran tan calmas. Al amanecer fuimos lo que nunca pensamos dos amantes en piel de anochecer. Tu nombre traía placer y en las noches de soledad tu cuerpo traía locura. Nos escondimos en tantas piedras haciendo canciones y siguiendo los ritmos de nuestros corazones. Fuimos infieles en mundo de leyes.