Esteban Mario Couceyro

El grito ignorado

El grito sonó feroz

no fueron palabras

solo un inmenso ruido

una explosión

aterradora

sin razón

el hombre gritó

su ira

el dolor

y por sobre todo

no ser comprendido

por los que al rededor

mirábamos con estupor

cómo un solo hombre

en medio

de todos

sin saberlo

nos daba el perdón

ese mismo

que no le dábamos a él

reservándolo para nosotros mismos

siguiendo el camino

que cada cual tenía.