Lucy Quaglia

Mañana, mañana trunca

Mañana, mañana trunca,

Mañana desesperada

Que pasea por mi vida

Hablándome de pavadas,

Tu mirada, la comida,

Las cosas que están dormidas,

Mil actos que nunca pasan

Y un postre de naranjada.

 

Mañana de las muchachas,

Los muchachos, las matracas,

El carnaval vigoroso,

Las sonrisas en la cara

Curiosamente escondida

Detrás de la crema opaca,

Los bailes interminables

De rumba que no se acaba.

 

Mañana que ni me veo

En espejos de la nada,

Sobre el reflejo negruzco

De mi espalda torturada,

Retorcida y encorvada,

Con angustias peregrinas

Por verme tan estropeada

Con huesos que se desgranan.

 

Mañana que va durmiendo

Sobre brasas de paseos,

Horas que ya no respiran,

Boca que llevo callada,

Arrugada y aplastada

Con sentimientos dormidos

Que matan toda esperanza

Entre vuelos de añoranzas.

 

Mañana será otro día

Desde la fuente y el plato,

Los pelos negros del gato,

Los fideos, las semillas,

El perejil, el zapallo,

La ropa que hace cosquillas 

Y una torta de ananá

Que guardo para otro rato.