José Roberto Vásquez

TE QUIERO

 

Cuanto te quiero,  te quiero realmente y no sabes la discrepancia que causa en mi mente el saberte ortodoxa, antagónica a permitir que una gota de agua abandone el cauce por razones de su propia existencia, por razones de la creación de sus propias moléculas.

Pero te quiero, te quiero realmente y no podrás decir que no lo hago, no obstante nunca te lo haya  dicho.

Quererte sabiéndote  contraria implica una  auto traición, pero mi amparo será la tesis de la utopía sobre una nueva forma de enfrentamiento.

Y te quiero, te quiero realmente y la indolencia de las actualidades hace que el silencio aparente ser un pasatiempo, pero no lo es, y nuestro colectivo inconsciente lo sabe intachablemente.

Te quiero, realmente te quiero, te quiero para la posteridad y para la perpetuidad, sentimiento o milagro de amor, ecuación perfecta que deroga el tiempo, la distancia y el movimiento.

Cuanto te quiero, realmente te quiero, la abstrusa forma de tu pirámide de principios no es más ni menos vertical que la mía, pero no es la ética y moral la que define un cariño, sino la voluntad para la causa compartida.

Parafraseando al cantor.

“Impugnar una invitación de ternura no es de  fieles y nosotros no florecemos como  incrédulos”

Te quiero y me importas por sobre los valores.