Inexistente

Ante la vida.

Rápido sé es, pensando a la deriva
mucho más rápido, que andando en ruedas;
qué impotente que es, uno ante la vida
al querer cambiarla, aunque así no puedas.

Es de observar a la gente intranquila
cuando se le ve viviendo azarosa
y escondiéndose -en la mente que oscila-
interrogante sobre alguna cosa.

Creer en lo primero que se piensa
sin pensar en lo que la prisa inventa
y hablar sin juicio; una mentira inmensa
trazar puede, en cada frente una afrenta.