José Daniel Martínez

El piar desenfrenado

Mi pájaro favorito no vuela,

lo enjaularon para que no haga ruido,

su dueña se niega a darle de comer

y por él nunca sentí tanta pena.

 

Orientan al perdido caminante

amarillas como de dueña luces,

él en intento de vuelo las sigue,

en arritmia perpetua y dolosa.

 

Me negué mil veces a su tristeza,

quise cuidarlo entre tanto sufrir,

mi pájaro se quejó, se lamenta,

lo encuentro medio muerto mas lo cuido.

 

Mi pájaro todavía me pía,

cuando me acerco al corazón escucho

dulce cantar en mí desenfrenado,

mas como el oído no llega a acercarse

lo suficiente como para oírlo bien,

cojo mi mano y lo arropo calmando

sus quejidos de ave de amor ilusa.