FaustoOlivares

Chumendí

 

Tú me robaste a mí un beso.

Y no digas por ahí

que el beso te lo di yo

¡Devuélvemelo, gachí!  

Cierto es que fueron mis labios

quienes mordieron los tuyos

pero fue bajo amenaza

de tus sacais ¡ay, capullos!  

Un asalto en toda regla :

clavaste en mi primavera

tu mirada, yaque negro.  

Yo, con los brazos en alto,

yo, víctima de tu asalto...

¡Ay, Debla, cuánto me alegro!

A Constantino Tino Tovar