jorge enrique mantilla

FANTASMAS BAJO LA LLUVIA

FANTASMAS BAJO LA LLUVIA

 

Una noche oscura temerosa y muy fría

De rayos y centellas presagiaba lluvia

Los relámpagos iluminaban, aquella escuálida figura herida

Caminaba rauda, por aquella calle de espantos estremecida

 

Empezó el chubasco, con fuerza llovía a borbotones

Las gotas caían fuerte, resbalando sobre mi cara sin direcciones

Seguía aquella mujer, empapada su camisón de algodones

Bajo aquella lluvia la alcancé, resplandor de confusiones

 

Te seguí bajo la lluvia, por aquel callejón lúgubre y desolado

Mi corazón aceleraba, buscando de aquella algo extrañado

Caminaba por entre el barro, sin escuchar lo llorado

Atravesamos la calle real, del cementerio oscuro y asombrado

 

La tristeza invade el lintel del umbral de la muerte

Su cabellera larga hasta el piso, contrasta con su camisón almidonado

Las centellas iluminan el fantasma, que se para frente a mí lado

Sin dejar ver el rostro, alza las manos, sin golpear lo empujado

 

La lluvia acrecienta, los ojos se cierran sin poder recordarte

A unos cuantos metros, se siente el gemido que me hechiza escalofriante

Mi cuerpo se paraliza, ver de cerca el fantasma inquietante

Sopla un viento frío huracanado, que hiela la sangre

 

La lluvia empapa todo mi ser, retrocediendo con paso al revés

El miedo adormece el alma, estremece mi tartamudez

La soledad invade la estancia, ver aquel fantasma y su palidez

Camina como en el aire, su camisón envuelve su desnudez

 

La angustia me embarga, el miedo azota mi desventaja

Con su cabello largo me atrapa, arropándome con su blanca mortaja

Allí tirado en su regazo, veo su rostro cadavérico que se descuaja

Sus manos huesudas, se posan rechinante y cabizbaja

 

La lluvia se calma y de sus albores empieza a amanecer

Allí tirado cerca al lintel, moribundo ha quedado aquel ser

Pálido y ojeroso, su sangre la ha chupado el fantasma de su querer

Bajo la lluvia ha entregado su cuerpo y su alma a aquella mujer

Que en una noche fantasmal, quiso a la fuerza conocer

De su camisón de algodones quiso agarrar y a lo lejos con aquella desaparecer

 

Joreman” Jorge Enrique Mantilla - Bucaramanga marzo 01-2017