Abraham Emilio

El poeta muerto y la mujer imaginaria

Qué mi sien sin boca cante
y baile mi cuerpo yerto,
que no se vista de cuervo
que sea mi don danzante,

danzante y más triste otorgue
la mujer imaginaria
por donde su amor me canta
en una luz, luz de morgue...

morgue de excelsas caricias
ahorcado en mi ataúd,
ornamento y cielo tul
de loto, dalias y albricias....

 

albricias van por doquier
una mano es quien señala
y revive en el mañana,
no vuelve al pálido ayer...

 

ayer cuando llora un mirlo,
por encima de las lozas,
enmielan dichos y cosas
aunque no pueda sentirlo...

 

sentirlo y ver lo invisible
qué sonría el corazón,
qué se levante el amor
¡cizañas de lo tangible!...

 

Tangible e imaginaria
como el número infinito,
como las gotas del río:
mujer de alma solitaria....

solitaria y de vivir...
¡¡mi corazón a latir!!
 

 

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Todos los poemas forman parte del libro Nikita próxima a escribir en 2 años
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Abrahám Emilio (Antorcha)​