Nuestros amigos del continente, ven un país con hambre y sin dientes.
Soy apenas una migaja invisible, desagradable y condenada a la crudeza verdad.
Hablo de putas con 14 años, intercambiando virgo por pan.
Hablo de albañiles con apetito de bloque y cemento.
Buhoneros digiriendo frutas podridas y huesos con saliva.
Niños en los vertederos, engullendo servilletas con aderezo y bolsas de plástico liadas con pellejos.
Las sobras comestibles son el banquete de la clase media, durmiendo temprano para desayunar con la cena.
En mi ciudad, las calles rebosan de animales raquíticos ex-domésticos, un can afortunado devoraba un feto desechado en un cesto.
Un grupo de cerdos, camaradas de Napoleón y Squealer, desfilan con guayaberas \"Folclóricas\" Made in Norteamérica.
Estos porcinos robolucionarios de 150kg, resultan mutantes de una estirpe cruzada con asnos.
Socialismo antropófago, deglutiendo los sueños, masticando estudiantes con sus alas y esmeros.
Devorando derechistas, izquierdistas y neutros,otra mancha nauseabunda en la utopía del pueblo.
Poetas, pintores, cantantes y hambrientos, callar es dormirse y faltar el respeto, a los niños anémicos, a los padres sin sueño, a la infancia en remate, la conciencia en comercio...
19 mi edad, 52 es mi peso, mi cuerpo se templa al engaño burlesco, mis manos vomitan, grotescos mis versos, no escribo romance más puro que estó.
Un amor sin decoro, de la niña el sepelio. Insolente, prosaico pero versos despiertos...