Mishelle Marina

SONRISA INEVITABLE

Un día apareció 
y me sentía culpable
de la sonrisa inevitable
que en mi cara dejó.

Un día me conoció 
y no sabía lo inagotable
que era mi corazón amable,
y tímida me preguntó:

¿Cómo de importante soy yo?
¿Cómo de agradable?
Era completamente inexplicable 
pensar que nunca se gustó.

Le dije: La vida me enseñó 
que hay bellezas intocables,
personalidades admirables
que ningún poeta vió.

Igual nunca lo entendió 
y no vió lo insoportable
que es ver esa belleza inalcanzable,
y ver que nunca me creyó.

Igual siempre pensó 
que su barrera era impenetrable 
y que no era vulnerable
su enorme corazón.

No sé: Ella me enseñó 
que hay bellezas intocables,
personalidades admirables
que ningún poeta antes vió.