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A.D.S. (Poema #100)

*Leer comentario de autor*

 

¿Y si no puedes sentir el porvenir?

¿Cómo piensas salir de aquí?

Tendrías que voltear al pasado

y contar todos y cada uno de tus pecados.

 

Tú no puedes tener el alma callada

porque que hay algo que no la deja en calma,

y me preguntas que hago

Cómo es que no siento que caigo en cada uno de mis fracasos.

 

Eso es porque yo no caigo me hago más fuerte,

no tengo mis sueños en la palma de mi mano

podría lanzarlos y que salgan volando,

que cumplan un sueño humano.

 

Es en el momento en el que damos la cara

como la mañana naciente que en el día debemos alumbrar,

somos los hijos caídos de un sol resplandeciente y hermoso,

es nuestro turno de brillar aquí.

 

Y si no puedes llenar tu vida de alegría

cómo piensas salvarte de esta agonía

tendrías que comprender que por más fuerte que lo necesites,

uno no puede volver a nacer.

 

En una pared estaba escrita la frase que nos alimentaba

pero perdimos la inspiración,

no hubo pasión por crecer

mucho menos para volverla a leer.

 

Eso es porque caímos y nos dejamos arrastrar,

pensamos que estas son las cosas que nos pueden controlar

olvidamos que somos A.D.S.

dejamos de estar siempre alegres.

 

Somos jóvenes y estamos gritando,

es nuestro turno de ser escuchados

no se trata de ser nuevo o diferente

¡Es cuestión de estar siempre alegres!

 

Y con color a celeste

algún día nos sentiremos salvados

nos sentiremos aliviados,

justo como ayer.

 

Y me levantare a las tres de la mañana,

con el sudor y el cansancio en la frente

lavaré mi cara, me pondré nuevas ropas

y comenzaré de nuevo.

 

Y cuando un dios,

cualquier sea

me pregunte a donde voy,

quién soy.

 

Abriré mis brazos y diré

esto es todo lo que tengo,

por el resto de mis días,

por el resto de mi vida.

 

Yo no cambio, me hago más fuerte

porque estos son los días que tengo que vivir,

yo podría combatirlos como un A.D.S.

Y enaltecer mi fe con creces.

 

Ha llegado el momento en el que tenemos que gritar,

como la tierra más seca nos debemos de quebrar

no podemos avanzar si no hay sacrificio,

esto es lo que tenemos que sufrir.

 

Porque yo no cambio me hago más fuerte,

yo no tengo los miedos dejándome controlar.

Y si estos demonios vuelven a atacarme,

como la Horigome podría decirles que no.

 

 

“Y con el amor de la vida,

te dedico los siguientes poemas”.