Virgen mía,estoy hincada
a tus plantas,
abriéndote mi alma entera,
no tengo nada que pedirte,
más que admirar tu belleza,
te he pedido tanto...
Tu mirada ha cobijado mis penas,
has visto mis ojos llenos de lágrimas
suplicantes,dolientes,
tan llenos de esperanzas.
Esperanzas que tú has consolado,
tu rostro divino me acompaña siempre,
tus hermosas manos acarician mi alma,
tu cuerpo protege mi camino
Cada una de tus estrellas divinas
han alumbrado mi vida...
amada Virgen mía,
para ti esta albanza,
recibe en mi poema
un humilde canto de esperanza.
YOLANDA BARRY
ALGO DE HISTORIA.
De acuerdo con las tradiciones populares, el martes 12 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se le apareció por cuarta ocasión al indígena Juan Diego. El hecho sucedió muy de mañana cuando el nativo de Cuautitlán salió en busca de ayuda para su tío enfermo. La Patrona de México se encontró con el humilde indito junto al Pocito donde le dijo que su tío ya se encontraba sano. Así pues, le pidió que subiera a la cumbre del cerro del Tepeyac donde encontraría unas rosas, en una época y en un lugar donde no florecían, las cuales podría reunir y llevar ante el señor obispo como una prueba de sus milagrosos encuentros en los que solicitaba la construcción de un templo en las cercanías del lugar.
Hacia el medio día, Juan Diego fue recibido por el obispo Zumárraga, quien presenció cómo del ayate de Juan Diego, caían varias rosas de Castilla, al mismo tiempo que de la manta se revelaba la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Tras el milagro de la cuarta aparición de la Virgen el 12 de diciembre de 1531, el hecho se celebra desde entonces con gran devoción. La primera noticia que tenemos de un festejo oficial es de 1667, cuando por bula del Papa Clemente IX se instituye el 12 de diciembre como Día de fiesta en honor de la Virgen de Guadalupe. Para 1824, el Congreso de la Nación declara el 12 de diciembre como Fiesta Nacional. En 1988, la celebración litúrgica de la Virgen fue elevada al rango de Fiesta también en todas la diócesis de los Estados Unidos de América. Actualmente se han multiplicado las expresiones de amor guadalupano: los peregrinos que celebran a la Virgen en La Villa suman aproximadamente los siete millones.