Jorge Briceño

Desde ayer

Desde ayer no pertenezco a este mundo, porque

sonrío entre parpadeos; 

Niña mía, besarte y mudarme a tus ojos son mis lunáticos deseos.

  Entregaré todos mis sueños,

y viviré por tus ojos

que además de ternura en expresión, 

son las mas lindas estrellas

de esta inmensa y basta constelación.