Amaro Gargoyle

Mujer que mira el mar

Por estar viendo las olas

no me quisiste mirar.

Tus ojos, como los míos,

también ansiaban el mar.

 

Solo observé tu sombrero

y en tu espalda, la cinta blanca.

Aquel día fue el aire viajero

del suspiro que se estanca.

 

Aunque no quisiste verme,

ni escucharme, ni virar;

no cuentas con que ese día

también pude ver el mar.

 

Un mar que ya conocía

en las olas de tu mirar,

también era montaña

y cielo, pero sobre todo mar.

 

Si volvieras algún día

a ese cielo y ese mar;

sería mar que te mira,

yo, viéndote mirar.