Lisemelino

Mi soledad

Que sola vive la soledad

que aburrida es la pobre.

 

Tiene el sol y la luna sobre ella,

y las estrellas le alumbran cada noche.

 

Tiene muchas cosas más;

pero se siente sola y triste,

siempre

siempre.

 

Me ha tenido a mí y no me ve;

le pertenece mi vida

mis amores,

le pertenecen también mi alegría y mis cuitas;

pero ella no me ve

ni siquiera le importo nada.

 

Es dueña de todas las almas;

tampoco eso le mueve.

 

Vive sin ilusiones

su mirada no brilla ni por asomo,

jamás sonríe

ni un poco.

 

La soledad solo piensa en ella misma,

en lo que no tiene

en lo que perdió

y en lo que quizás no tendrá…

¡en lo que nunca tendré que no es lo mismo!

aclara molesta.

 

Hoy quedé azorado,

vi cuando levantó su cabeza

y miro muy fijamente hacia el cielo azul,

de ese azul hermoso de mi infancia.

 

Nunca había pasado algo parecido,

¡la soledad contemplando al infinito!

 

Entonces

cuando su ojos vieron la luz del sol  sobre su cabeza,

casi de inmediato,

enfurecida,

hizo un movimiento brusco de enfado,

y como si no hubiera visto nada

bajo la mirada.

 

Me quedé en silencio por un momento

y sin quererlo, sentí su tristeza

y quise llorar.

 

¡Está tan sola la soledad!

tan abandonada,

que me da lástima verla así

y me da coraje  además.

 

Acabé con una tristeza profunda por su tristeza.

 

Me apresuré a ayudarla a sonreír,

recordándole lo que había contemplado;

pero no lo conseguí.

 

Me dejó en cambio más triste aun.

 

Ya cae la tarde

con un poco de luz todavía

y por allá a lo lejos,

se ve el sol yéndose triste

porque ni su luz pudo alumbrar su corazón desolado,

ni el mío.

 

¡He decidido no ser más su amigo ni estar con ella!,

me daña mucho y se lo voy a decir ahora mismo.

 

Pensándolo bien

mejor no le digo nada,

mejor me voy en silencio,

dejándola atrás

con nuestra ancestral amistad,

que al fin y al cabo nunca le importó.

 

Mejor me voy en silencio

no quiero que se de cuenta de mi partida.

 

Que no se dé cuenta

de que me importa

de que la quiero;

me da tanta pena verla tan sola a mi soledad

que tengo miedo de regresar con ella otra vez mas,

y quedarme para siempre

esta vez

 

 Lisemelino