No, no son lágrimas, son rotas,
Mi alma de deshace en pedazos y no lo notas...
No son lágrimas, son cristales,
Cortando el llanto de mis cuerdas vocales...
Son puñales...
Lágrimas que ahogan, saladas,
Inmortales...
Tantas ya, que ya no quedan,
Vacíose así el pozo de las penas,
Dejando mil tristezas bajo luz de luna llena,
Dejando las certezas olvidadas en la arena,
Olvidado dejar la condena abandonada
Porque te busco y ya no encuentro nada.
Me encuentras y no contestas,
Es triste ver como sigo perdiendo la apuesta,
Tanto te cuesta romper el silencio,
Desgarrador...
Suena tu mensaje, malas noticias,
Abandonaste los animales,
Otras cosas te vician...
Llega tú respuesta, lo mejor en meses, días...
Y no es de eso de lo que quiero hablarte,
Son miles de cosas por las qué preguntarte...
Millones de razones para no querer olvidarte...
Estoy vacía sin mirarte,
Hoy no podía... debía hablarte...
Buscarte hasta encontrarte con alguna idea por mi parte...
Desearía decirte tanto de tu arte...
Desearía que este momento no acabara,
No son lágrimas, son sonrisas de las caras,
Gracias por alegrarme el día...
Gracias por toda esta melodía,
Palabras directas vida mía...
Sabes... me haces feliz, por un instante pensé que soñaba,
Esta vez... esta vez me equivocaba,
Eras real, distante pero de verdad,
Gracias porque hoy me has regalado un instante de realidad,
Allí encontré un trocito de felicidad...