Trovadorcitadino

Pompeya

Ese día no hubo esclavo ni gobernador

No hubo honesto ni ladrón

Todos fuimos iguales 

A los ojos del señor

 

La tierra tembló

Con decisión

Y pronto supimos

Que la hora era cierta

 

Rodaron los nombres

Por las calles de fuego

Fuimos nadie

Por un momento eterno

 

Un hombre calcinado dijo:

¡Cuidado!

Todos los días 

Explota un volcán

 

Déjalo ahí

No hay forma de saber

Deja que los tercos

Amasen fortuna

Y los incautos se llenen de gloria

 

Ese no será mi destino

Sino tus ojos

Y tus besos

Cassia mía

 

Seguiré presente en las calles desiertas

Cuando el arqueólogo

Descubra nuestras piedras enlazadas

Un destello de luz

Remecerá nuevamente los tiempos