Ricardo Perez

EN UN TROZO DE PAPEL

En noches, donde la luna
entre las nubes se escondía,
acostumbraba encender un cigarro
y recordar la silueta seductora
de esa musa perfecta,
así solía verle...
Recorría de extremo a extremo
esa obra de arte,
me preguntaba en qué momento
llegué a su lado, 
sin obtener respuesta alguna
divagaba...
perdía la noción del tiempo
al igual que incontables
se volvían las colillas...
a su vez era llevado con el humo
el recuerdo de sus labios,
de sus manos, el recuerdo de su cuerpo...
pero al olvido no alcanzó a llegar,
aunque ahora... no con nostalgia,
ni anhelo, al encontrarme en medio
de la noche con la luna escondida entre
las lágrimas celestes, vuelve el recuerdo,
sin cigarros que ayuden a pasar el amargo tiempo,
sin humo que se lleve las torpes conclusiones
y los inútiles esfuerzos por encontrar respuesta,
estoy solo con el tiempo,
recordando que sus manos,
a nadie pertenecen, que su cuerpo no es objeto
pero sigue siendo arte,
que su boca no es el oasis del cual siempre bebería,
hoy, la página en blanco es llenada,
eliminando por completo la sosobra
de si continúa la historia o si el punto final
para ésta ha llegado,
y escribiendo con firmeza 
puedo ver sin arrepentimiento alguno
que el segundo ha sido guardado
para finalizar la página de la misma forma
en que todo empezó...
entregando un trozo de papel
sin medir el alcance que llegue a tener.