emeonce

Ha muerto mi arte

Ha muerto mi arte.Mi imaginación se vio ahogada en un tsunami de desconsuelo, cuando miré, ya estaba destazada la pasión y naciente la desesperanza. No hubo cómo salvarles, ni con el más cálido rayo de sol, ni las más delicadas piezas musicales. El arte en mí estaba muerto, estaba muerta yo. Así entre las sucias aguas de la ignorancia y el moho de lo imperdonable, intenté rescatar de entre los desechos un tanto de paz, de vida; pero no encontré más que mi alma vacía.