Rafael Escobar

\"ABROJOS

Pasaba las horas, allá en mi cabaña,

y nada turbaba mi vida serena,

sintiendo la brisa de agreste montaña,

con frescos aromas de nardo y verbena.

 

Un día llegaste con risas y canto

y todo en el campo, de amor floreció,

y tanto abandono que fuera quebranto,

de pronto tu magia con rayo encendió.

 

Aquellos claveles que tristes lloraban

volvieron radiantes de nuevo a la vida,

sus pétalos mustios de nuevo brillaban

trayendo esperanza, de ensueño bruñida.

 

Trajiste contigo los dulces anhelos

que llevan la esencia de mágico encanto,

con tiernos fulgores de espléndidos cielos

del alma quitaste tristezas y llanto.

 

Un año completo de dulce alegría,

con besos ardientes, con tanta pasión,

la estancia cubriste con mucha armonía

llenado mi pecho de grande ilusión.

 

Un día de mayo, que nunca esperaba,

que estaba florida la flor del laurel,

te fuiste en silencio, tu luz se apagaba

Dejando desierto mi bello vergel.

 

Las rosas que un día gozabas sembrando,

quedaron tan solas al ver tu partida,

su efluvio fragante se fue evaporando

volando en el viento su esencia querida.

 

Ahora a mis días, allá en la cabaña

a diario le faltan, tus besos, tu aliento,

y paso las horas, allá en la montaña

mirando el futuro mas negro y mas cruento.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.