Hermes Antonio Varillas Labrador

“Loa A La Humildad”

“Loa A La Humildad”

Gracias Dios por enseñarme a ser humilde,
aprenderlo no fue algo fácil, ni sencillo
elemental pudiésemos pensar tal capacidad,
pues con esa condición nacemos desde niños.


Qué pena hacernos adultos y despojamos de ella,
por falsos paradigmas y por vanos prejuicios.


Humildad para saber equilibrar en su justa medida
la espiritualidad con el vil materialismo,
sin injustos abusos o violentos excesos,
sin radicalismos, ni terribles fanatismos.


Humildad también para aprender y enseñar,
bebiendo ávida y racionalmente sin egoísmo
de la sabiduría que es un inmenso océano
frente a nuestro modesto pero tributario río.


A valorar tanto las cosas hermosas de la vida
lo aprendí y valoré como a un fiel abrigo,
así como las que usualmente de ordinario
con su sencillez sonrieron conmigo.


Humildad se necesita para amar, amar al prójimo
como lo enseñó Jesús, sin discriminación o distingos.


En lugar de decir: Valió la pena conocerte,
ahora digo, valió el esfuerzo y todo el ahínco
de tenerte a cada instante y en cada lugar
compartiendo solidariamente contigo.


No me comparo con nadie, no soy mejor ni peor,
me gusta ser como soy, un servicial amigo,
antes que un vulgar y mafioso ladrón,
prefiero ser un honesto y parco mendigo,
dejando claro que indigencia y desamparo
no es humildad, tal vez una forma de castigo
es producto de quien cómodamente adora
al ocio, a la pereza y los insanos vicios.


Y humildad se necesitará hasta para morir,
la muerte también puede ser un suceso digno,
no puede descansar en paz quien con vanidad,
con soberbia y prepotencia ha vivido.

1326 28/05/2016

Por Hermes Varillas Labrador