Emma Lores Matos

Esa luz

Presa de la angustia muchas veces, entre lágrimas y suspiros me he encontrado,
extraviando la fe que me hace fuerte para hundirme en la culpa que me ha atado.
Aunque oscuro parece el porvenir, pues le encanta al maligno así pintarlo,
una luz se levanta a lo lejos y me aferro a ese faro apartado.


Cuando al fin apresurada ya prosigo, mucho estorbo encuentro en el camino,
que retrasan mi andar hacia esa luz y me frena los pasos a mi destino.
Clamo entonces con voz tan suplicante, a mi Cristo y Rey que me sostenga,
ese faro de luz se ve mas cerca y es la mano del Señor que me sustenta.


Si bien sigue mi senda siendo áspera, en los brazos de Jesús estoy segura,
de alcanzar la llama que vislumbro, en el puerto al que prosigo con su ayuda.
Al final abrazaré esa victoria, que promete a los que fieles han andado,
aunque a veces prisionera de mis miedos camine en su fe y sea salvada.


Todos un día al cielo hemos clamado, apelando al sentirnos abandonados,
mas el Padre no abandona a quien le ama, simplemente nos engaña el vil pecado.
En la cruz mi dolor ya fue vencido, la muerte y el vicio derrotado,
seguiré caminado hacia Jesús en quien tengo mi futuro asegurado.