Los años no se detienen, el tiempo continúa su rumbo,
lo que muere no resucita,
eres mi pasado, un mal recuerdo el cuál mi corazón evita,
de mis penas ahogadas yo incumbo.
Aferrarme a tu amor insípido, sería cometer suicidio,
ocultarme de posibles sensaciones gratas,
con tu malévolo egoismo me detienes, me atas,
tus mal sabores ocasionaron delirio.
Eres mi pasado enterrado en los sepulcros desapercibidos,
un camino clausurado por paredes irremovibles,
Un extraño, un lejano invisible,
ya no eres más que un olvido.
Inaceptable es tu petición, no eres mi destino,
en tus manos entregué la carta de despido,
por que de el amor fuístes el único asesino.