Beatos que condenan amores tan hermosos,
que se entregan sinceros, con sus venas abiertas,
Tan solo por prejuicios, arcaicos, fastidiosos,
que inventaron tramposos con sus almas ya muertas.
¿Podría detenerse del río su corriente
si las aguas que lleva, sus orillas traspasa?
Y en nuestros corazones, que vibran fuertemente,
la gran pasión sentida, sus dogmas los rebasa.
Cortar es imposible, del pájaro su vuelo,
a sus alas le dieron la misión de volar,
y son las emociones, canarios que del cielo
con los sueños trajeron, el encargo de amar.
Han dicho que es pecado vivir en adulterio;
¿Si amor es la simiente mas pura y mas sagrada,
entonces donde queda de Dios su ministerio,
si de sombras la llenan con doctrina inventada?
¡Impedir adorarse con deseo sublime
es pena muy malvada que quieren imponernos,
su luz es tan celeste que nada la comprime
y quitarla serían los mas negros avernos!
¡Si quitan a las almas, tan dulce y gran quimera,
con ese oscuro lazo que llena de quebrantos,
le quitan a los hombres la dicha verdadera
de gozar sin castigos, del amor sus encantos!!
Autor: Aníbal Rodríguez.