Arturo Segreda Mena

Bella NIÑA

Hace solamente  veintisiete años,

a nuestras vidas llegaste y los llenaste,

de gran colorido, cual cielo azul celeste,

demostrando del Señor su gran cariño.

 

Hoy te recuerdo, ya en mis brazos,

con aquella bella y hermosa sonrisa,

tu madre y yo fundidos en un estrecho abrazo,

dándole al Creador las gracias ya sin ninguna prisa.

 

Hoy día y ya en nuestra ancianidad,

a Dios le agradecemos  tan hermoso regalo,

que en alguna ocación lo pedimos con ansiedad.