Nuestro hijos
seran espléndidos.
Magnificos.
Sus corazones
lateran por la tierra.
Los bosques y lagos
de tu pueblo
viviran en ellos.
Beberan la vida
sin temer la muerte.
Y cuando esta
finalmente los alcance,
lloraran las campanas
y las hembras
no haber vibrado
con todos sus ecos.
Pero te advierto,
si los quieres,
necesitaré más
qué tu cuerpo.
Dame tus pechos
perfectos.
Dame la pasión
de tu dorado sexo.
Trae también,
esta vez,
todo tu corazon
al lecho.
Vamos a precisarlo
para que en tu
corral de caderas
se conjugue
el misterio.
Asi, antes que amanezca,
conocerás gemidos nuevos.
Y en un puñado de lunas
llegará un niño
a tu seno.
Un niño, te lo prometo,
con ojos de verde intenso.
Que vendrá a decirle al mundo
que él tan solo
tan pequeño.
tan simple tan indefenso.
Él es lo mejor que has hecho.
Y tú, mi mujer amada
del intelecto complejo,
te miraras en sus ojos.
Y lo sabras al verlo.!!!