PARA MAR.
Mienteme, llevame, elevame y matame,
juegame, viveme, hundeme y convierte mi ser en la parte más fría de tu inmensidad.
Glorifica mi cuerpo con el vibrante y húmedo sonido de tus infinitas ganas,
mojame los pies con tus lágrimas saladas.
Regalame un poco de tu realidad inmersa en la corrosión de amaneceres color durazno y sabor terciopelo.
Saturame de libertad,
traga hasta la más mínima señal de existencialismo y escupeme en forma de desapego.
Cubreme con el manto sagrado del frío rocío que liberas con cada ola de oscura afinidad.
Permiteme ver que a tu lado, frente a frente, parcialmente hundido en ti existe la misma jodida cantidad de nada que en mi ignorante sentido de pertenencia.
Con aullidos voraces destruye, mina, castiga y lacera cualquier muestra de apego emocional,
llevame, agrietame, asfixiame, depurame y nunca jamás me dejes escapar...