Ricardo Perez

Delirios en la soledad

El silencio me consume
en esta soledad,
calla mi alma 
mientras me agobia recordar
el pasado junto a ti,
y observarte desde lejos 
en este presente fatídico,
si ya existen tormentas en vida
no imaginas el diluvio
en que navego 
cada que imagino 
un futuro sin ti,
de nada sirve quejarme 
de la tristeza infinita
ni de las horas
que lentamente pasan 
en el reloj del olvido,
pero de algo estoy convencido
es que al mirar tus ojos
con ese brillo majestuoso
cual piedra preciosa
mis latidos se aceleran,
y al tenerte frente a mí 
después de tanto tiempo 
se alteran mis nervios 
las palabras no coordinan con mis manos
ni sé lo que debo decir,
recuerdo esas tardes
cuando me platicabas 
y yo, absorto,
perdido en tus labios 
delineando una y otra vez
la figura de tu boca,
y que decir
cuando en tus ojos me fijaba,
allí encontraba 
un mundo distinto,
una realidad muy distante 
a la de un vulgar y absurdo mundo,
tus ojos reflejaban la esperanza,
esa que yo necesitaba,
si todo tu rostro describiera 
seguramente 
una noche entera 
me llevara
ahora imagina 
cuanto tiempo me gastaría
al contar cada detalle 
que aún guardo con anhelo 
de tu silueta entera.