Dejar ir la ilusión de reecontarse con la persona que en todas las vidas pasadas has amado; tener que dejarla ir. Esperando la reacción, un complemento que se necesita pero en elemento se vuelve volátil un tanto inestable para la razón…
El tiempo pasara y se volverán a encontrar viendo rostros correctos con personas equivocadas, tomados de las manos como cuando caminas al lado de la desdicha, seleccionando siempre el camino más largo y triste, queriendo verse en el espejo empañado. Los amores a veces suelen ser hermosos pero breves y esos son los que más se clavan en el pecho hasta penetrar el alma.
Esos amores que perduran en los recuerdos y al despertar sentir que se debe continuar en una realidad totalmente distorsionada, e ir volviéndose poco a poco gris y secos.
Muchos se opacan, otros se aferran e iluminan su pesar con una sonrisa fugaz, alguna vez se deja ir lo que siempre será tuyo pero que alguien más tendrá, se deja ir el amor para no sacrificar más emociones a cambio de dolor. A cambio de estar con el amor que has perdido en otras vidas, por sentir su carne y sus besos mientras que pase ese momento sabes que solo se ira y ya no sabrás si dolerá o esperaras hasta la próxima vida…
Se desvanece.