Eugenio Sánchez

SE MARCHA EL SOL

En su barca de nubes rojas se marcha el sol,

va dejando regado en el infinito

una estela de pétalos marchitos

y tras ellos una sombra  gris.

 

La sombra se agiganta

detrás de las  pálidas  colinas,

en un santiamén se pierde el camino

y en esa oscuridad, la ojota tropieza.   

 

Laten los campos, el viento arrulla al solitario nido.

En la poza, bajo el puente se baña un duende

y en esta soledad poblada de misterios

 emerge de mi pecho un suspiro.

 

Un funeral de cánticos nocturnos

de gallaretas,  tucos y lechuzas,

y millares de luciérnagas vagabundas    

acompañan    la noche.

 

 El sol se ha ido, a recorrer otros mundos,

cierro los ojos, quedo dormido,

con la esperanza que mañana, desde mi ventana

 volveré  a verlo brillar sobre las cumbres.

 

José Eugenio  Sánchez Bacilio (Perú).