Un limón muy pequeñito
tú recogiste en nuestro huerto,
un limón tan madurito
que pude oír su lamento:
-\"¡Ven, llévame contigo y
te ofreceré para ti,
el perfume de mi esencia,
el color del coatí!\"
\"¡He madurado de prisa
pues no he querido seguir
colgado a esta rama seca
que no me deja vivir!\"
\"¡Prefiero estar en tu mesa,
tu pastel, tu limonada,
pues ya no me quedan fuerzas
para seguir mi cruzada!\"
Con tus dedos lo alzaste y
lo giraste como a un trompo
y yo me reí de asombro
por ese fruto a destiempo.
Tú me dijiste a mi: - \"yo hoy
he de tomar de su esencia,
aunque sean dos gotitas
servirán mi complacencia\".
Yo me alegré de observar
como le diste a aquel ser
el destino más honrado
que ha podido merecer.
Lucila De Melo(M.M.G.A.)
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