joanmoypra

¡Una carta!

¡UNA CARTA!

¡Esta carta que aquí escribo
se la quiero dedicar,
a quien creyéndose un divo
aun no ha aprendido a contar!

Rezar y seguir rezando
es todo lo que les queda,
a quienes piden suspirando
que un milagro les conceda,
“su Dios Suerte”, al que apostando
invierten, sus escasas monedas.

Exigiendo nos pasamos
casi toda nuestra vida,
sin emprender la partida
hasta que tarde llegamos,
pues para la meta que buscamos
nadie nos dio la salida.

Al final cuando llegamos
nos damos cuenta enseguida,
que perdimos la partida,
antes de empezar esos tramos,
donde reparten los ramos 
con el lema: ¡No te olvidan!

¡Como nada nos llevamos
aunque lo intentemos algo,
lo mejor es que seamos
tan humildes como un galgo;
que aun siendo fiel a sus amos
siempre los mantiene largo!

Joanmoypra