Heliconidas

La musa dorada

Jazmines etéreos de vaga luna

Entretejen tu dorada laguna.

Soles que miran con cauto dulzor.

Ilapso de fulgores que descienden

Cuando te miro extasiado y encienden

Alboradas de un suspiro de amor.

 

Cuando era niño ya te imaginaba

Entre sueños. A ciegas te buscaba,

          Divina musa de omniforme faz.          

       Escondida en mi media baladina      

          Ahora te puedo invocar cual divina          

Castálida de mi obsesión fugaz.