Beatriz Blanca

DESHOJANDO MI JARDÍN

Aquella noche, te perdí..., cuando

entre brisas de estrellas apagadas,

unos agónicos espectros crujieron

cual viejos violines moribundos.

 

Me quedé en silencio profundo,

acurrucada entre las sombras

que oscuros nubarrones ofrecieron

ante tantas mentiras mezquinas.

 

Deshojando mi jardín en primavera

esperé sola, en la gran noche vacía,

sin tus deliciosos suspiros y caricias.

 

Me encontré desnuda en la arena,

sin el eco de tus olas que cantaban

cuando bañaban mi playa solitaria.

 

Alejada, ya..., de todos los bullicios

llora el alma..., desconsolada,

al comprender el dolor de su epitafio.