EL CABALLERO DE LAS LETRAS

VICTIMA Y TESTIGO

 

En el morir de los pétalos caídos

fui víctima y testigo.

Redes del rocío ceniciento

que al lanzar despliegan universos fundidos,

en el metal celeste, de tus delirios errantes.

 

Ví como marchaste indolente

con tus propios pasos, en tus propios caminos, sin horizonte alguno.

Como melodía solitaria de un canto que no existió,

como mirada perdida donde nunca estuve.

 

Fui víctima y testigo

entre flechas venenosas que lanzabas imparable,

al ceñir oculto y ávido de mi pecho, corazón de poeta.

 

Al caer del cielo que estaba a tus pies

sentí el crujir del reflejo ante tu presencia, seca y vacía.

Hoy, la voz que canta el viento

entrecortada te exclama \"siempre fui víctima y testigo\"

Cuando desviabas las islas de tus ojos altivos,

mientras yo te buscaba con el barco naufrago de mi retina.

 

Ardiente, apasionado

seguí surcando a plena umbría

tras tu corazón indiferente.

Como hoja de otoño sin sosiego

vestida del atardecer que poco a poco....muere.

 

Solo digo, que cuando tu piel

encalle sobre la arena congelada,

y tus labios se queden sin el fruto prohibido de la seducción

tornandose sedientos.

No me busques en el desvelo

quizás ya habré muerto por ti.