Eremita

Y que fue de aquel niño?

 

Y que fue de aquel niño

que risueño desbarataba las penurias,

y que intrépido se burlaba de los años,

el que esperaba con ansias a su madre ,

al caer la tarde, para empezar el dia.

 

Ya no tropiezo con sus pies descalzos,

ni con sus secuaces novelescos;

ya no lo escucho jugar a las escondidas

ni veo sus muecas entrometidas.

ni su llanto intermitente , en este pueblo adormecido.

 

Dígame! es que acaso aquel niño jugo con el tiempo,

y este poco a poco le implanto la razón.

? donde yace enterrada su sonrisa ,

quizás en el olvido aun pueda encontrar un pedazo de su alma.