william soto

Nunca se lo pude preguntar

Tan poco le importe,
Que cuando quise dar una cura, ella prefirió la enfermedad.


Tan poco le importe,
que cuando fui a recoger mis pedazos ella los volvió a tirar.


Tan poco le importe que cuando le dije adiós, ella me dijo está bien.
Tan poco le importe, tan poco.


Me pregunto ¿a donde irán los besos que no se pudieron dar?
¿A dónde irán las lágrimas que no se pudieron derramar?
Pero… ¿tan poco le importe? Nunca se lo pude preguntar.