GuillermoO

Las estaciones

 

La piel de tus ojos resbala sobre mi pecho cuando es invierno.

Y en verano tus besos a mi boca acuden;

pero en otoño me regalas el paisaje nostalgioso de la tarde,

y en invierno no conocemos frío sino las caricias nocturnas,

y tu cara ríe.

Y la lluvia es un espléndida cortina que nos hace correr

hasta encontrar la primavera.

Entonces esperamos la madrugada para ver los jardines

florecidos en el alba.

Es cuando me conmueve la sed de beberte los brazos peregrinos.

Y te das a mí con tu corazón secreto

y con tu alma donde las sombras fueron.

No hay confusión. Eres el lugar donde siempre quise estar.

Nosotros no moriremos porque la tierra es nuestra,

mora muy adentro.

Entonces cantas una canción antes extraña,

pero que ahora es clara:

habla del amor de los seres que llevan una estrella en la mano,

y en la otra, señalado, el sendero donde nadie dirá adiós,

porque sabemos que la amarga miel está lejos del rocío que nos cubre.

 

G.C.

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