Jesús Lantigua

ENVEJECIENDO

Pasa el tiempo y se me escapa

un reloj decapitado

dejando el paso gastado

en una historia sin tapa.

El tiempo me deja un mapa

de reflexión en la frente

y se asila negligente

donde un vendaval empieza

a pintarme en la cabeza

la juventud decadente.

 

El tiempo que me consume

me dibuja cicatrices

que viajan como raíces

por donde la piel presume.

El tiempo pasa y asume

detalles de mi energía

y aunque, a veces, todavía,

sueño con cierto erotismo

creo no sentir lo mismo

que hace unos años sentía.