John morales

Para Sergio Neira Muñoz (soneto alejandrino).

¡Vida para tu espíritu! de paz y mansedumbres

y la fuerza volcánica de esta emoción bravía

que destella de albores en las más altas cumbres,

criben lauros eternos en este opáco día.

 

Humildóse tu garbo. La mañana otolina

entre linde y lindero, la voluntad del fuego

quemó de mil bondades tu ceja y tu retina

y así; forjaste un hombre de volúmen labriego.

 

Se hizo tarde en tus pasos y tienes que volver,

el éxodo en la vida nos trajo entre su vuelta

y, entre las multitudes te he conseguido ver.

 

Por eso amigo; espero cantes con tu alma esbelta

desde la primogénita llama de tu sustancia,

y en la terrena lid, ciñas tu mano envuelta.

 

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David John Morales Arriola.