L. Roberto M. Uriostegui

Le escribo amor, le escribo a usted

Apenas el alba enrojecida se asomaba,

la madrugada al sol le daba bienvenida,

nacía poesía, crecían mil soles,

su mirada se encontraba con la mía.

 

Le escribo amor, le escribo a usted,

cuarenta y siete letras precisas

que solo usted y yo comprenderemos,

cantamos, llovía, temblaba mi alma enloquecida.

 

Llegó el día, había nubes ¿Y quién diría?

cuando de todo lo que pienso se burlaban,

cuando de afirmar no me cansaba, con usted

que a la luna, algún día llegaría.

 

El corazón hablaba ¿qué decía? acelaraba y decrecía,

es poesía, es el sabor a caso dulce de la luna,

son sus labios mi sentencia, su mirada mi camino,

quién diría que llegaría a estar contigo.

 

Le escribo amor, le escribo a usted

y mientras tanto las noches, y los días

comenzaron a desaparecer.