Llegaste a mi vida un 24 de mayo hace siete años, recuerdo aquel día como si fuera hoy cuando te pusieron en mis manos es un estuche negro con un lazo azul.
Sinceramente, ni siquiera sabia que hacer contigo en mis manos, pues en ese entonces no sabia como tocarte, con el tiempo eso cambiaría y juntas pasaríamos momentos de frustración y de metas cumplidas. Has sido testigo de mis primeros pasos en la música, fuiste mi fiel compañera, creíste en mi. Fuiste testigo, también, de cuando al fin fui capaz de tocar bien después de tu misma sonar los mas terribles ruidos de mis malas pisadas. y no solo eso...
...Has sonado la música de mis tristezas y de mis alegrías, has llorado conmigo mis dolores y mis derrotas; has reído conmigo mis gozos y mis victorias. En más de una ocasión te has convertido en mi voz, en la melodía de lo que llevo dentro, cuando no hay palabras y solo podría guardar silencio y expresarme a través de tus notas.Incluso has sido alegría en los momentos duros y has sido paz en medio de la tormenta.
Entiendo porque Dios te trajo a mi vida y porque significas tanto para mí, porque desde el mismo instante, aquel sábado en la noche del mes de mayo, cuando te tomé en mis manos, te volviste una conmigo y soy lo que deseo ser, una melodía que recorre el mundo y es capaz de tocar corazones, expresar sentimientos y transformar emociones.