Roger Jaine

ASFIXIA

Del tiempo que llevaba por quererte

de tus recorridos sin encuentros

no hablamos

tampoco de los cantos a solas

cuando del cielo nos llovió la sangre.

En el hondo y solo invierno

hemos ido brotando siembras nuevas

y dilatado los soles de la tarde

para amarnos en un pulso inveterado

mostrando dientes a todo lo contradictorio

por buscarnos.

Era necesario vivir lo delirante

hasta hacer lo necesario inevitable

amor somos semillas nacidas del rigor

nunca nada nos fue dado por gracia

pero le atamos al destino los tobillos

hasta lograr converger dos paralelas.

Y hoy que la noche me estrangula

que aún siento tus manos en mis naves

la penumbra se anticipa al grito

como montaña que no deja ver la aurora.

Muchas veces amanezco y no renazco

solo voy rompiendo días expectantes

irreconocible

como viento que nació bajo las olas

porque te escapas del recuerdo neblinoso

y buscas mis brazos y mi boca.

Luego te vas

al ritmo de tu mirar de estrella

solo me dejas tu veloz e inasible brillo

mientras sin huir me pierdo

en el abrazo indeseado y asfixiante 

de la bruma sulfurosa de las calles.

 

 

Roger  Jaine