Maria Hodunok.

***TOMASTE MI MANO.***

Tomaste mi mano temblorosa,

como se toma el pétalo de una rosa,

me fuiste abriendo un camino,

sembrando versos con cariño.

Me sentí fuerte como un roble,

seguí los pasos de tu alma noble,

fui agua mansa entre tus dedos

y me deshice de todos mis miedos.

 

Después, te fuiste despacito,

dejando en mi alma pedacios,

que voy uniendo, para seguir adelante,

sola, sin mi poeta galante.

Aún siento vacío mi corazón,

aún sigues siendo mi imposible amor,

Pero quiero resurgir de mis cenizas

y convertirme en suave brisa.

 

Quiero volver a cantar con alegría,

quiero construir mi nueva vida,

mirar las estrellas, visitar la luna,

y recordar versos, que fueron mi cuna.

 

MARIA HODUNOK.