Estela Kobs

Tenía nombre de mujer

 

Inquieta,
reptando discreta,
cruzaba los dedos
y juraba
que se agotaron
las uvas,
sin preguntarse nunca
si prevenía o perjuraba.

Escuchaba
baladas rosas,
y con un paraguas
o un parasol
se cubría la cabeza
de la lluvia y el sol.

Elevaba sus plegarias
a cielos nublados
intentando confundirse
con la nada,
para que sus versos varados
en vacuas madrugadas
amanecieran
sin ayer ni mañana.

Alucinaba
con infusiones curativas
y su ansiedad
se motivaba
en la certeza probada
de la belleza de la vida.

Tenía nombre de mujer
y finalmente,
nadie sabe bien
si simplemente,
logró confundirse
con la nada
o si terminó en su ley,
Olvido se llamaba