Tu mirada junto a tu silencio me dice, aunque no podamos estar juntos, que quisieras venir junto a mi, como la lluvia de las montañas que es recibida frescamente por sus plantas y sus flores, bañando de humedad todo a su alrededor, así mismo en mis pensamientos recibo en mis brazos tu cuerpo y su delicado aroma de mujer, que me invita a soñar una y otra vez en épocas de princesas y caballeros que su vida daban por el honor y el amor.
Suspiros que traen tu olor que alborotan mis sentidos y escandalizan en su totalidad el cuerpo de este hombre, viviendo en mundos lejanos, donde somos protagonistas de un cuento que me inspira a luchar por ti una y otra vez.
Mundos completamente llenos de hermosos rayos de luz que al contacto con tus ojos reflejan tu dulce y grande amor, el cual dispuesta estarás a entregar al que consideres merezca tanta gracia, belleza, fragilidad, genialidad, de una mujer tan impresionante y sencilla como tu.