Alexander J. Montero

La migraciĆ³n de las nubes

Y una madrugada de Julio

Sobre la ciudad,

Sobre las tejas, sobre los robles,

Sobre las luces pero aun

De bajo de las estrellas,

Me dio la vida

Me mostro un pedazo de lo desconocido,

Lleno de vida  mi corazón,

Tomo mi mano, sabía que se marcharía,

Sabia que era la última luna

Sabía que no se haría real

Pero antes de eso me dejo ver,

Me dejo tocar su cielo,

Antes de irse se bebió mis labios

Y me abrazo tan fuerte

Que aun siento en mi cuerpo el alma de ese abrazo,

Vimos el negro horizonte

Y en una sonrisa cual hoja en el agua

Floto en la realidad un minuto de ese sueño en el suelo,

Y me conto algo que nunca a nadie le había contado.