chusori

Tam tam

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Heme solo en la cama
como un tiramisú, débil y esponjoso
como un tiramisú.

Ella esperaba un concordato
que yo no le podía dar.
Nos reíamos mucho.
Luego los besos desopilantes, sicalípticos,
la risa da derecho a todo deliquio.

En este conticinio
no pregunto por su beso inverecundo,
ni por su abrazo puritano,
tan sólo busco la música
o simplemente
encontrarla ahora, cual fantasma.

La siento sin quererlo
la encuentro sin pensarlo
el amor que me cuesta dejarlo ir...

No amor,
no he dejado de olvidarte,
mi miel favorita será siempre la de tus ojos.

Me besó el corazón
(la piel otra piel la besa)
Su beso fue un cuento,
que leeré siempre siempre.

Quizá algún día,
algún parque, alguna calle,
de nuevo nos besaremos
en bengalas de luna,
en playa, a fuego, a sueños,
y pasaremos del beso superferolítico
a otros derretidos y en sofoco.

Tam tam
Tam tam
y en ese día, el silencio
se encenderá,
¡ojalá!
percusionando los sonidos del alma.



...
..
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Jesús Soriano