Miguel Vargas

SIN BRISA EL PEÑON

 

Carmesí

puerto sin llegada,

abandonado por muelles y barcos,

Una pequeña barcaza rota y orillada 

reposa para el lienzo oportuno.

 

Dame tu mano

detenida y profunda,

traiciona de nuevo mi mundo

sin pena brillante

y besa mis brazos muertos.

 

Canciones mutiladas

en el medio del camino

crecen ahora sin raíces y se caen.

Un lápiz azul me observa

en un tiempo desconocido.

 

 Llámame y te miro,

no con ecos, de nada sirve

pero si con motivos aunque

no sean de vida.

Respiro y lloras,

sin brisa el peñón.

 

Una mosca dibuja mi aureola

no de santo si no de creador.

Es de color marrón y no negra

con millones de ojos,

ella es marrón.

 

Ya logré incorporarme,

seducirme, convencerme.

Logré expulsar la hernia.

Logre cerrar los ojos

con tu eco devolviéndose en el peñón.